Los legendarios Barrymore Raid os cuentan en estas páginas algunas de sus andanzas por los raids de aventura y carreras de montaña de la Iberia rural

lunes, 13 de diciembre de 2010

I Raid Tierra Adentro 2010

Cal y arena en el último Raid del año 2010

-Murcia, 11 y 12 de Diciembre de 2010-

Pues eso, que hay una mezcla de emociones que nos deja este último raid de la temporada en el que participamos dos equipos barrymores (Ángeles, Paco, Fran y Marchu). Y es que tras una buena tunda de kilómetros en coche, unos desde Madrid y el exiliado desde Sevilla, nos encontramos en Villanueva del Río Segura con muchas ganas de pasarlo bien.

La fría noche en el polideportivo nada tenía que ver con el día primaveral que tuvimos en la primera jornada del sábado...desayuno por 2€ en el bar de los alcohólicos donde los locales encendían sus gargantas sirviéndose ellos mismos desde las botellas que yacían sobre la barra del bareto...vamos, todo un espectáculo!

Conmocionados por tal escena, nos pusimos las pilas a medias para llegar casi tarde a la salida....¡si es que somos barrys, mú barrys!

Bueno, al grano, ahí va la crónica resumida:

Salida score por el pueblo, y los cuatro como balas enlazando balizas y balizas....llegando incluso de los primeros (una de cal).

Transición rápida y tras la primera baliza la bici de Ángeles se revela y decide descabalgar a nuestra compañera con una caída fea, muy fea...y consiguiente abandono (una de arena).....la moral de los barrys que quedamos en carrera está bastante tocada por el abandono del equipo Barry 1 pero decidimos continuar y remontar desde la última posición hasta estar peleando durante toda la prueba entre los cinco primeros ( otra de cal) y alternándonos posiciones con los Martínez (menuda gente tan estupenda y agradable). En esta sección hacemos también una espeleología picando las dos balizas en el interior de la cueva.

Transición al treking y Fran decide una ruta que nos hace recortar tiempo y llegar a la escalada bastante bien. Decidimos subir un 4º en lugar del 5º que hacen los Martínez...vamos hasta estaban pendientes de nuestras puntuaciones.....estábamos con la crème de la crème y a Fran y a mí nos costaba creerlo! Y en esos momentos nos preguntábamos donde y como estarían nuestros compañeros....por ellos, seguiremos por ellos! Salimos monte abajo y nos encontramos Álvaro de los Martínez con problemas musculares. Paramos y le ofrecemos medio plátano que no duda en devorar. Nos miran y nos agradecen el detalle. Dos minutos después y al que le dá la traca en la pierna es a mí...papeles invertidos porque son los Martínez quienes nos ofrecen una pomada mágica que hace que en un minuto esté listo para la batalla. Y es que es en esos momentos donde se ve la calidad personal de la buena gente que estando disputando el liderato de la carrera no dudan a ayudar a su compañeros de carrera....vivan los señores!



Rappel volado espectacular, unos paisajes increíbles y un barranco de ensueño por el que descendemos corriendo a por la siguiente baliza.

Calor, en diciembre, si calor....ojú killo, que caló....giro a la izquierda, un auditorio inmenso en Ricote (una aldea en un lugar desértico)...seguro que el boom de la construcción tuvo que ver algo en esto!

Y sí, os estaréis preguntando qué bien va la cosa pero, cuándo llegan las barrymorradas. Bueno, venga, vá! Y sin querer la baliza 45 nos volvió a poner los pies en la tierra. Ni Fran ni un servidor nos dimos cuenta que esa baliza había que cogerla si alguno de los dos no patinaba. Pues bueno, nosotros con vistas al año 2011 decidimos entrenar algo mas y fuimos a por ella durante el trekking consiguiendo 20 puntos que luego no nos los contabilizarían y además perdiendo una hora y pico en cogerla (arena y camiones de arena). Y no queda ahí la cosa, desde la lejanía la organización nos avisaba de que regresáramos y nosotros nos decíamos: agáchate hombre, que nos ven y los demas equipos se van a copiar de nuestra estrategia....pá matarnos!


A todo eso mi rodilla derecha dijo basta y llegamos a la sección de patines desalentados. Completamos los 1,8 km de patines, vuelta a correr a pie y entramos en meta cinco minutos antes del cierre de control con todo perdido y hundidos en la clasificación...bueno, tan hundidos no...el domingo vimos la clasificación e íbamos 8º ya que había equipos se habían dejado algunas balizas sin picar, mientras que algunos tontillos como nosotros nos sobraban puntos a mansalva!

Dormimos esa noche calentitos en un apartamento del responsable del 112 que nos lo alquiló y que nos vino de perlas para descansar en condiciones tras el día tan ajetreado y movido.

Como mi rodilla no pudo más, le dí el relevo a Paco que salió como un jabato haciendo equipo con Fran en la fría mañana del domingo. Ángeles y yo decidimos dar un paseo para ver a nuestros compañeros, que finalmente no los vimos, y picar algunas balizas para pasar el rato, también sin éxito.

Salida en bike&run (que en Murcia no se pronuncia baik and ran) y nuestros compañeros salen a por todas, trekking, y entre medias tirolina, rappel y tiro con arco. El trazado los obliga a subir a casi todos los picos del alrededor...menuda paliza. Tras cuatro horas llegan los primeros equipos y al cabo de unos minutos entra nuestro equipazo contento y con cara de haber disfrutado de lo lindo. Nos cuentan sus historias eclipsados por la belleza de los paisajes, la calidad del trazado y de la organización y sobre todo por la amabilidad y simpatía de la gente del Valle de Ricote. Finalmente 9º aunque creemos que hubo algún error al contabilizar nuestras balizas del rogaine ya que Fran y Paco hicieron mas puntos de los que aparecían en la clasificación pero así lo dejamos....no había ganas de discutir, así que nos fuimos a tomar un café a un bar.

Los jamones y la victoria se la llevaron merecidamente el equipo de los Martinez en categoría élite!!

Nosotros, con el 50 % de los componentes lesionados y con la incertidumbre de saber qué hubiera pasado si el CP 45 no lo hubiera puesto la organización en ese sitio, hombre qué cosas, pues nos despedimos y volvimos a nuestro hogar.

Destacar la inquebrantable moral de Ángeles que después del mal rato apenas se quejó y a la que le deseamos una pronta recuperación!!

Eso es todo amigos!!

Marchu

martes, 6 de julio de 2010

Gran Trail Peñalara 2010

PRODUCCIONES LA PATASOLA

PRESENTA

-UN DíA, DIECISEIS MINUTOS-
Una incursión vibrante y desmedida de La Patasola en el mundo del ultrafondo …cuando todo está en calma aparece: no te descuides, corre, corre, corre, que te coge...
La Patasola!!

LA PREPARACION PSICOLOGICA Y MENTAL
…diga…
Pero bueno, vamos a ver, ¿tú eres imbécil? Sí, soy yo, no te hagas el loco, que tu hermano me lo ha contado todo. Si, si, lo de la gilipollez esa que vas a hacer de correr no sé cuantos kilómetros. Soy tu madre, recapacita! Infórmate bien, por Dios, que hay gente que muere haciendo esas cosas… ¡!

Mamá…!!
No, no, no empieces, no me vengas con tonterías, tanto correr tanto correr, hombre, modérate… ¿o acaso te comes diez kilos de pasteles? Noooo, si he entrenado mucho, ayer mismo me comí dos kilos… ¿pero qué he hecho yo para que me tengáis en vilo toda la vida? Por favor te lo pido, deja ya de hacer el gilipollas, que tienes dos hijos….
…mamá, tranquila, voy con más gente, iremos muy suave…
Suave!!! Pero cómo se va a hacer nada suave durante un día… mira, hijo, no voy a decirte nada más. Por dios te lo pido, ten cuidado, y no escuches a esos tarados que van contigo, que si fuesen amigos tuyos de verdad mirarían por tu integridad. No, no, es que no gano para disgustos… ¿qué te creías, que no me iba a enterar? …bueno, como se que además no vas a hacerme ni puto caso, al menos llama cuando acabes. Por cierto, ¿dónde duermes?

En el coche…
Bendito sea el Señor. Dos días durmiendo en el coche…

No, mami, solo uno, la otra noche nos pilla corriendo
¿mamá?

…hijo, no sé qué decir, me apena mucho que hagas estas cosas. No lo entiendo, no lo entiendo, ¿cómo va a ser esto? ¿cómo te va a gustar andar en danza sin dormir, cansado, sin comer…? Porque me lo cuentas tú, que si no, no me creo que nadie haga estas cosas. ¿y a quién se le ha ocurrido esta idea, si puede saberse? O mejor déjalo, no quiero saber nada más.
Maaami, somos quinientos inscritos, y…

Quinientos gilipollas, que lleguéis antes o después me da lo mismo… a ver cuanta gente con hijos va, entérate bien, porque no creo que vaya ninguno.

…bueno, mira, me entero bien de todo, y te cuento dentro de unos días.
Y ten cuidado, porque me voy a informar bien de la megatrail esa y como vea que es una locura no sales. Ya te lo digo. Me planto ahí y no sales…

Vale, mamá, pero de paso mira a ver cuántos años tengo…
…peor me lo pones, que cada vez que pienso que con 40 años aún vas por ahí haciendo estas cosas, me pongo enferma. En fin hijo, qué se la va a hacer. Te quiero. Mucha suerte. Mira a ver si puedes disfrutar, aunque sea un rato… y si te cansas, tú duerme, que no va a pasar nada. Y si tus amigos quieren seguir corriendo, allá ellos, ten algo de personalidad, hombre…
Listos, también te quiero yo, mamá, no me llames que tendré el teléfono apagado.
Mira que eres!
Un beso
Hale, hale, otro para ti

¿Quién era?
Mi madre, hecha una furia porque voy a correr el Gran Trail

Razón no le falta.
Monita…

No, si yo ya lo he asumido. Yo sólo te pido que no te rompas nada… además, saber que por fin no vas a correr solo me da una paz que no te imaginas: todos esos día entrenando por ahí a solas, a las tantas de la noche, o perdido por el monte. Prefiero mil veces que hagas la carrera esta. Al menos vas con amigos.


Otras llamadas de familiares y amigos se cruzan, todas interesadas en esclarecer no tanto si La Patasola entrenó suficiente, si cuenta con material apropiado, si en definitiva está lista para la aventura. Todos están preocupados por la salud mental y la capacidad de discernimiento… La Patasola adora a su familia, les manda mensajes equívocos de cordura, y se concentra para la carrera:
Estudia y memoriza el perfil de la prueba, revisa los ritmos previstos, pautas de hidratación. Bote de sales, bote de agua, reserva… la mochila volverá a pesar demasiado, pero el objetivo es acabar disfrutando. La Patasola se ha propuesto pasar holgadamente todos los cortes, disfrutar de principio a fin, y llegar con algo de reserva a meta. Mentalmente, hay que prepararse también para ir por debajo del ritmo que pide el cuerpo, para no dormirse, para levantar la vista constantemente, para escuchar y hablar a la gente. Esta carrera no tendrá mayores objetivos… una vez más, revisa las pautas de comida: barritas de absorción rápida y lenta, geles, sándwiches, pastillas de sodio, potasio y magnesio, alguna b12, algún ibuprofeno… mentalmente, recuerda los tramos que ya se han entrenado, las curvas donde la pendiente engaña, zonas de calor, bajadas técnicas, y miradores donde hay que llegar enteros para disfrutar.

Se ultiman detalles, se prepara la comida del fin de semana, cena, desayuno… llamadas de otros perdidos como La Patasola. Es la única carrera de la temporada, La Patasola está expectante.

LA LEYENDA DEL PÁJARO PERRO

…por fin llega el viernes, por fin se llega a Navacerrada. Encuentros y abrazos, y miradas furtivas a las patitas de unos y culos de otras… qué se le va a hacer!
La Comunidad del anillo se reencuentra: serán Fran, Pako y Carmen… toman una cerveza con Charo, Goyo, Luismi y Pilar… Pako hace presentaciones, y le recuerda a Pilar que La Patasola es el raro que entrena de madrugada.
…en ese momento, Pilar abre los ojos, los fija en La Patasola, y después de comentar pros y contras de entrenar a deshoras, desvela el misterio aún sin resolver de las presencias nocturnas en la naturaleza:
…entonces tú, que sabes de estas cosas extrañas, seguro que conoces el Pájaro-Perro!!
Hay un gran silencio. Todas las miradas se vuelcan sobre La Patasola, y todas las mentes, secretamente admiradas, repiten en silencio …el Pájaro-Perro!!
Pero La Patasola sabe poco de Pájaros Perro, para desencanto de la comunidad, y Pilar tiene que esforzarse durante un buen rato en describir el inquietante ladrido de un pájaro que, agazapado por los caminos, ladra a los runners durante la madrugada, para huir en un trote más parecido al de un avestruz que al de un zorro. No hay un dato concreto sobre el tamaño del escurridizo animal, que podría estar comprendido entre una musaraña y una cabra montesa, extremo que complica el misterio, y aclara poco. Tampoco se llega a un consenso sobre el vuelo, ni siquiera sobre la posibilidad de que pueda volar… podría pertenecer a la familia del extinto pájaro Dodo, o acercarse al kiwi australiano. La Naturaleza es así. Dicho todo, la puesta en común se centra en perfilar el sonido, este sí incuestionable, que resulta una mezcla de gorjeo, ronroneo y ladrido, sin que pueda precisarse su esencia. Lo que resulta innegable es que el Pájaro Perro está ahí, que correremos durante la noche, y que estar alerta puede ser la diferencia entre llegar y no llegar. El misterio está servido.
Durante la cena, Pako, Fran, Carmen, Luismi y La Patasola intentan descubrir algún Pájaro Perro, pero tan sólo se acerca a la mesa un caballo, que acaba con unas cáscaras de manzana y vuelve a sus praderitas en la Barranca.
La Patasola recibe el último mensaje en su móvil: cariño, disfruta, pero sobre todo, vuelve sin romperte nada y sin pasar por el hospital… si hace falta, retírate… te amo


El hotel Kangoo está listo: La Patasola mira las estrellas un rato, se despide de todos, y el improvisado parque móvil se convierte en asentamiento espontáneo. Los más experimentados, Pako y Fran, mueven durante un rato los coches atentos a su inclinómetro: una subida repentina de sangre a la cabeza supondría un mal sueño, y un pésimo presagio para la carrera. Pero su pericia al volante queda demostrada, cuando sus flamantes todo terrenos quedan perfectamente nivelados entre los pinos de la zona. Carmen sonríe, porque sabe que descansará como una reina…


Y LISTOS Y YA
Dos cacas, un desayuno, aparcar rápido y ya hemos llegado: encuentros y abrazos, sonrisas, todos preparados.
Me fascinan los previos a la salida: ilusiones y miedos, todos por igual, intactos. Mentalmente se revisa lo que uno lleva, y cómo se ha vestido. Mira a otros, evalúa y admira otras decisiones y previsiones, otras ropas, otro material. Confirma decisiones propias.
Despunta la élite siempre por el material mínimo, más allá del mínimo que uno es capaz de gestionar… agua, la imprescindible, comida justa, patas siempre finas: a La Patasola le recuerdan los podencos de caza, los primeros perros en salir, nerviosos incluso en su calma. Hay conejeros, perdiceros, mastines que alcanzarían sin problemas a un jabalí… incluso algunos perros de aguas. La Patasola decide identificarse con los perros pastores… esto empieza a parecer una escena de Mary Poppins. No es serio.
De pronto todos se mueven… y listos y ya… deben de haber dado la salida!

PRIMEROS COMPASES: NIEBLA, HUMEDAD Y OLORES
Subimos juntos y animados: La Patasola, Fran, Carmen y Pako se juntan, Luismi irá más retrasado, a un ritmo más suave. Por delante hemos visto la estela blanquiroja de los hermanos tronadores, apiñaditos y uniformados: un ejemplo de constancia, firmeza y rigor…
Uno se hace pronto a la carrera, mucho más cuando el primer tramo es tan conocido, de haber entrenado tantas veces por acá… superadas las primeras decisiones de bastones sí, bastones no, sácame de la mochila, guárdame en la mochila, y superadas las dos primeras tentaciones: ir a comer churros con chocolate (qué hago aquí otra vez) o atragantarse con todos los geles de la mochila, la cosa se tranquiliza.
La subida a la Maliciosa es dura y hermosa. Saliendo de los bosques de La Barranca, se deja Fuente Campanilla atrás y se sube por la senda estrecha y pina.
Hay nubes y pronto niebla, gracias a dios! Llueve, hace viento, y los primeros compases para ponerse el cortavientos se hacen rápidos, casi reflejos… el paisaje se transforma: parece que estuviésemos en Zegama, entre la bruma.
Se baja rápido, con algún tramo de trote, rumbo a Canto Cochino… La Patasola encuentra tanta belleza en las sendas de La Pedriza que se tira a un lado, liberando ese instinto animal de revolcarse por el suelo. Qué placer! Ya embarrada, con un par de marcas en las rodillas, y algo de sangre expuesta, La Patasola se siente feliz.
La humedad potencia los olores del mote: la jara, el cantueso, el romero… el manto de agujas de pino, la tierra toda. Los sentidos se multiplican, y las zancadas simplemente flotan por encima del camino. Charo se ha incorporado a nuestro grupo con Solaris, y juntos cruzamos el Collado de la Dehesilla, hacia el Berrueco.

LA MORCUERA, RETIROS Y RETIRADOS

El cielo se ha abierto sobre nuestras cabezas: hemos tenido suerte de poder hacer todo este tramo a cubierto… la hidratación hubiese sido muy exigente a estas alturas. Trotamos y caminamos mientras se charla de todo y de nada… los tramos llanos, horizontales, extensos, tienden a cansar por la inmovilidad del entorno. Vamos bien, pensando en La Morcuera… Pako, sin embargo, parece que no va fino. El ritmo es tranquilo, buena zona para recuperar y estabilizar si algo no va bien…
En medio de estas consideraciones, volteando la cabeza de tanto en tanto para ver a Pako, un sonido capta la atención de La Patasola: Fran ¿has oído?
Ostras!!!
Ostras!!
Tío: el Pájaro Perro!! …y de día!!!
No salen de su asombro: el sonido es nítido, extraño, algo irreconocible, pero al tiempo con una cadencia familiar. Fran aprieta, la zancada se alarga, y miran con ansiedad por las dehesas. No parece el entorno propio del Pájaro Perro, más adaptado a terrenos cerrados de media montaña. Están cerca, muy cerca…
¿oyes?
Que sí, que sí, que está ahí tronco…
La carcajada deja en evidencia un pequeño malentendido: ¿sabéis cuando el torito juega con la vaquita? Pues chicos, son clavados al Pájaro Perro… en cuanto a sonido. Porque el espectáculo, aunque conocido, no tiene mucho que ver… una lástima. Por muy poco, La Patasola y Fran pudieron aportar a la comunidad investigadora un descubrimiento sin igual.
Entre chiste y chanza, se llega a la Morcuera… Pako nos alcanza un poco retrasado, ha vomitado y no está pasándolo nada bien. Sé lo que siente. Animamos a Pako lo razonable, porque en estas situaciones el equilibrio entre confortar a tu compañero y meterle en un tramo de carrera que no va a disfrutar es muy delicado. Especialmente en pruebas tan largas, donde solo uno sabe si es capaz de reponerse y terminar en condiciones… el grupo aporta el poquito de ánimo para continuar, si hay dudas, y la sensatez mínima para reconsiderar la opción de abandonar, si no hay garantías… uno no sabe lo que siente un corredor que se retira si no se ha retirado nunca. Y tampoco sabe lo que significa decir a un compañero que lo deje, si no ha estado en ese trance. Como explicarlo. Es una mezcla de tristeza, nostalgia, y amor… inmediatos e inconfundibles.
Comemos, nos hidratamos, y salimos: Pako vendrá un poco detrás, por ver si mejora… La bajada de Morcuera a Rascafría es propicia y decisiva. Por delante queda el Reventón y Peñalara, y descartado el disfrutar de cada tramo, esa subida no debe de hacerse, a estas alturas de la carrera, sin garantías.
Solaris decide recuperar un poco, y alcanzarnos también más adelante. La Patasola está impresionada con la fortaleza física y mental de Solaris: controlar subidas y bajadas de azúcar, tener a raya constantemente la insulina, y poder avanzar una y otra vez hasta alcanzarnos, es de una fortaleza de carácter admirable.

REVENTÓN Y PEÑALARA EL ATARDECER
A Rascafría se llega bien: siempre tentados por las Presillas, donde se mezclan risas de niños con chapuzones de voces divertidas… Charo hace amago de baño, y Fran tiene que llamar al orden a Carmen para que el grupo no termine por perder los papeles.
En el avituallamiento nos encontramos con amigos retirados, y un ambiente más bien de fiesta. Cuando Pako llega estamos casi saliendo: ha decidido retirarse. Nos hacemos una foto con él, muy a su pesar, y seguimos ruta.
Las piernas están estupendas, el ánimo excelente, y hay ganas de subir a Peñalara: la carrera está siendo una delicia. Queremos llegar a Peñalara con luz, para evitar pasar por las rocas con frontal. Al Reventón se sube muy bien, a un ritmo más bien tranquilo, disfrutando de los cambios de paisaje del tramo: robledales amplísimos por encima del Monasterio del Paular, pasando por una zona de bosque mediterráneo muy verde, hasta llegar a los tramos de montaña abierta… volvemos a tener suerte en este tramo, y nuestra nube de la suerte decide protegernos del sol un buen rato… las vistas son espectaculares. Uno no tiene sensación de ir subiendo, constantemente parece que echaremos a trotar.
El sol se pone, las flores de escobas y aulagas, amarillas, brillan como joyas engarzadas en arbustos verde oscuro, adornados con tiras verde brillante. Volviendo la mirada al horizonte, el sol se va escapando de las nubes, y se dedica a cortar perfiles de montañas, superponiéndolos y clasificándolos en función de la intensidad de gris azulado que tienen. Un aroma dulce y cálido envuelve cada paso, cada zancada. El granito de la base del Peñalara brilla como un espejo, alternando tonos dorados con sombras plata oscuro. La Patasola, extasiada, ha perdido conciencia de realidad. Mira, sonríe, sigue subiendo con Charo, con Fran, con Carmen.
Alguien escribe con frecuencia que correr te hace libre.
Como ahora.

Se pone el sol y quedan los tramos técnicos del Peñalara. Uno se concentra de nuevo en donde pone los pies, con cierta rapidez por la urgencia de apurar la luz natural…
…en estos equilibrios, un sonido sube del valle como una llamada a la guerra: un sonido que trae recuerdos de infancia. GOOOOOOL ¡!!!!

¿gol?
De Villa, me puntualiza un corredor que va por delante.

La Patasola mira a Charo, que es más combativa, y hace muchos comentarios sobre el asunto. El debate sobre el futbol arrecia, y La Patasola, asombrada, vuelve a deslizarse sobre cantos de roca y piedras en equilibrio inestable. Pues eso, Gol de Villa.
Mientras hacemos cumbre, queda claro que la noche pide frontal. Abrazamos a Goyo, aterido en medio de un viento frío que no propicia demasiadas pausas, y nos tiramos a coleccionar reflejos brillantes en nuestro camino.
LAS LUCIERNAGAS AFONICAS
Hombre, la idea es buena, pero las barritas luminosas no se ven… son una especie de luciérnagas afónicas, que cuando ya han cantado y pillado lo suyo, se apagan. Fran, el profesional de la supervivencia entre los que andamos por estos cerros, tiene claro que había que haberlas doblado y agitado, si no, no valen para nada… La Patasola recuerda vagamente una experiencia con barras caducadas, que posiblemente iluminaban menos que estas… los reflectantes de las cintas, sin embargo, resultan especialmente eficaces, y gracias a ellos se puede atinar más o menos con el camino.
La primera bajada es técnica, no deja lugar a demasiadas florituras… hasta que algunos te pasan como si fuese de día, y se replantean los criterios. Charo decide que no está bien ir de sobradetes, y para evitar impulsos reprobables como correr más de lo debido, espera a la última piedra antes del chozo, y se deja el tobillo con toda elegancia: hubo algo entre coño y me cago en la puta, pero La Patasola no fue capaz de retener la idea.
La bajada a La Granja es preciosa. Siempre da pena no estar más fuerte para ver con luz estos parajes… bosques altos, repletos de helechos. Los cuádriceps, ahora sí, se cargan un poco, por lo continuado de la pendiente. Pero se trota con suavidad, bien, por caminos que evitan en parte las pistas, y se enredan por sendas donde se agradece el piso más blando. Fran comenta de vez en cuando que la longitud de la bajada le parece excesiva: La Patasola anota mentalmente la cita de Fran. Apunta: estoy hasta los putos huevos de bajar… no está mal. Preciso, pero sin matices.
En todo este tiempo, Carmen ha aprendido: que el frontal va delante, que arriba y abajo no es igual, que existen controles para regular la potencia de su frontal, que existen controles para regular la amplitud del foco, que las pilas, si, están detrás. Se ha convertido en una experta. Una maravilla.

LA GRANJA, CALDITO, AL FIN
Caldo.
Podríamos dejarlo ahí.
Había caldo. Caldito. Caldo delicioso, calentito. Caldo, mi caldo, qué caldo!!
Sentó de maravilla… igual que sentaron de maravilla los abrazos y atenciones del puesto TT. Los del Tierra nos sacan unas sillitas, nos dan coca cola y café, nos quieren, se nos quiere… La Patasola nunca pensó que le alegraría tanto ser de un club. Si me insisten un poco, me echo a dormir ahí mismo, porque seguro que me hubiesen arropado y me habrían dado un beso de buenas noches.
Pensando en estas cosas, decidimos no enfriarnos y seguir. Carmen y Charo cortan una escapada de Fran hacia la sección bocadillitos de jamón y caldo. No se aprende

EL DESCUBRIMIENTO
Me avergüenza reconocer que no conocía el Eresma: ha sido fantástico.
Conseguimos recuperarnos del impacto del Rural Rock Festival que se viene celebrando a las afueras de La Granja, en el que desconocemos si finalmente se desmembró a alguna persona, cosa que no hubiese sido del todo extraña, a juzgar por la música y los ritos que se percibían… La Patasola se quedó en unos blanditos Sex Pistols que parecían incluso armoniosos. Cosas del punk, supongo.
Kilómetros después del festival, danzamos durante un buen rato por las orillas del Eresma. Nótese el matiz: no se escribió corremos, ni trotamos… danzamos. Es el momento mágico en el que dudas si, cuando te desplomes dormido, alguien se dará cuenta de que no estás, o pasará como en el cuento de Ricitos de oro, y todos caerán desmayados… La Patasola recuerda intercambiar sonidos con Charo y con Carmen, mear en algún momento con Fran, escuchar al Pájaro Perro y recuperar la conciencia en un punto indeterminado del Paseo Real. Pura danza, expresión corporal dichosa.
Saliendo del Paseo parece que el sueño ya está vencido: o fue el gel con cafeína, o fue la brisa, quién sabe. Apostaremos por el gel, a falta de pruebas concluyentes sobre la brisa.
Las orillas del Eresma se convierten en paisajes románticos, anchos, poblados de sombras y reflejos de la luna, que aparece y desaparece sobre las copas de los árboles… trotamos con suavidad, ahora sí, y dejamos que las piernas vayan acomodándose a los últimos compases de la carrera. El sentimiento de euforia por ir completando el recorrido va creciendo en el interior de cada uno, y hay una alegría silenciosa que nos va acercando a la Fuenfría

EL CARRIL DEL GALLO: DESPERTARES SCHMIDT
Ostras!!
Al volver una senda, el mundo se ha puesto de patas, como un caballo encabritado.
Dios!!
La Patasola vuelve la cabeza, pero Carmen y Fran parece que están algo retrasados. Charo me mira y comenta: ¿para arriba, de una?
Para arriba, de una.
Tiramos fuerte sin querer, no sé de donde nos vienen las fuerzas, pero estamos muy enteros. Vamos subiendo al tran tran, sin parar, hemos cogido un ritmo estupendo, y no nos apetece demasiado pararnos en mitad de subida… recordaba el Carril, pero lo recordaba mucho más corto, cada curva es un desafío… ooooleeee. Otra rampita más.
Pero se llega, se llega bien… La Patasola y Charo deciden hacer el Schmidt suavecito, para no parar, y ver si nos alcanzan Carmen y Fran… ¿cómo les habrá ido con la subidita? A estas alturas, si nos paramos nos quedamos clavados… amanece, está clareando. Charo y la Patasola se felicitan y se sonríen. Esto está hecho…

NAVACERRADA, LAS CABRILLAS
Casi sin caer en cuenta estamos en el refugio Peñalara, tomando un caldito extra, y un pedacito de membrillo.
La Patasola entra exultante, la carrera está saliendo preciosa. Hay caras de sueño, de dolor, de cansancio, y combinaciones de todas ellas. No hay demasiada fiesta, pero La Patasola está ya incontenible. El cuerpo responde, queda energía, quedan ánimos… si no fuese porque estos chicos son unos perfectos desconocidos, La Patasola se enredaría a dar besos y abrazos…
Charo recuerda que lo mejor es rematar la faena, que las piernas son traicioneras, y en un descanso excesivo se puede acabar el delirio. Salimos alegres, guardamos los frontales, nos cruzamos con Fran y Carmen, y acordamos vernos en meta, para besos y abrazos sudaditos.
Se sube alegre, muy alegre… y se encara la senda de las Cabrillas. Charo me dice que baje al ritmo que vea, y la ilusión me puede. La Patasola baja rápido, con ganas de correr… hacemos un descenso estupendo, es de día, el sol nos mece y el rocío se empieza a evaporar. La Barranca nos recibe con sus tonos anaranjados y la jara verdecida… Charo, si corremos, podríamos hacer la prueba en 24 horas clavadas… ¿qué dices? ¿apretamos? Jose Luis ha bajado con nosotros, atención, con 65 años, y se entusiasma con la idea. Salimos a la pista y empezamos a correr… sorpresa!! Los pies también cuentan: los talones me duelen un poco, y el suelo de la pista no es el mejor aliado… al cabo del rato Charo propone recapacitar, contener el entusiasmo desbordado, y plantear la felicidad en términos poéticos: un día diez no está mal… nos reímos hasta no poder más, bajamos el ritmo, y vemos como Jose Luis decide apostar por 24:00:00

DIECISEIS MINUTOS
En dieciséis minutos, cuando uno va a terminar una prueba tan larga, pasa de todo… pero sobre todo, se piensa...
La Patasola recuerda a su mujer, a sus enanos, a su familia. Se le escapa una lágrima de nostalgia pensando en su hermano, tan lejos en Girona… recuerda los entrenamientos lloviendo, aquél otro en pista granizando, o la noche con Lolo por media comunidad de Madrid. Recuerda el primer maratón alpino, el primer raid con el mejor equipo de la liga nacional… En el Aneto, aguantando, y aguantando por no retirarse… también piensa en su padre, desaparecido, y en decirle a su madre que esto le gusta mucho. Qué disgusto se va a llevar, pobre. El Pájaro Perro no ha podido ser localizado. ¿Por dónde estarán Fran y Carmen? ¿Pako? … ¿solaris? …en medio de estas idas y venidas, sin saber cómo, el cerebro se adormece, se acuna… y queda la nada. Un vacío absoluto.
La Patasola corre o anda, no podría decir. No habla… es un hombre desplazándose hacia el sol, un poema de libertad y sueños.
De pronto un rugido descompone la escena: ¿el Pájaro Perro?... más bien el estómago. Qué hambre! Estamos llegando… asfalto, civilización, rotondas!! Corremos (la estampa es la estampa) sorteamos Navacerrada, con algunos aplausos, Fer, algún otro tronador despistado, y entramos en meta: Suena música, hay un arco de meta blanco, hay yerba. Hemos llegado.
Abrazo a Charo, que busca a Goyo para darle un beso… me quito la mochila, me estiro y sonrío… ha sido una carrera fantástica!!
Un día, dieciséis minutos.

Poco después aparecen Fran y Carmen: grito como enloquecido, animamos, y esperamos a que crucen esa línea fascinante y mágica que simboliza el final del recorrido. Hay besos, hay saltos (pocos, que al final los kilómetros también cansan) y abrazos.
Lo demás fueron duchas, recuento de heridas, rozaduras, ampollas, y café con montaditos de lomo y queso… y la nostalgia de haber terminado algo que empezó muchos meses atrás, con la inscripción subrayada.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Raid de Picos de Europa 2010

Raid Picos de Europa 2010

Cangas de Onís - 1 y 2 de mayo de 2010


Equipo Barrymore Raid: 3º en categoría mixta

Un año más Asturias nos llamó para participar en quizá el raid más bonito y divertido del año, el de Picos de Europa organizado por nuestro amigo y fundador de nuestro glorioso club La Brújula, Jonay. De nuevo repetimos los triunfadores del pasado raid de Cabra, la capitana Angeles con su sonrisa imborrable, Marchu, con su puesto Barrymore más que ganado y yo el que escribo, que para dar fe de que Barrymore es un equipo veterano comparece en este raid con el menisco roto y la pierna anquilosada. Con Angeles es imposible ejercer de Barrymore. ¡Ya con antelación teníamos habitación reservada! ¡Compró comida para todos! ¡Hasta no se olvidó de las cocacolas de Marchu! Con el retraso pertinente y en Barryfurgoneta, los Barrymore llegan los últimos a Cangas de Onís. Ya es la 1:00 de la madrugada. Los demás equipos duermen desde hace rato. Una vez más nos perdemos el brieffing e ignoramos los datos de la carrera. Pero no nos importa. Nuestra suerte está cambiando; acostumbrados a sueños en suelos duros, de nuevo nos encontramos en un bonito hotel, en cómodas y amplias camas que nos hace olvidar nuestra humilde condición. Como en Cabra el pasado raid, nos miramos con lágrimas en los ojos y rápido caemos en un profundo sueño. Como noto a mis compis relajados, decido emitir un fuerte rugido que rápido les intimida. Marchu se asusta pero se me encara el tío. "Se ha debido tomar una cocacola y está crecido", pienso. Así que decido dejar de roncar y cambiar de postura, es lo mejor.

Sábado, 1 de mayo.
A las 8:00 estamos en la playa de Ribadesella. Jonay nos instruye en los datos de carrera. Al parecer somos los únicos que no fueron al briefing. Bien, así creen que somos malos y pasamos desapercibidos.

Primera etapa: Patines. http://vimeo.com/11462872
Marchu y yo parecemos profesionales del patín. Tras una salida trepidante, nos colocamos en cabeza deslizándonos como serpientes por los 3 kilómetros del paseo marítimo. En apenas un suspiro terminamos la etapa sin que Angeles se percate. Un buen calentamiento que pronostica un raid de paisajes espectaculares. El mar está en calma, pero yo no. ¡Qué nervios!


















Segunda etapa: Bici.
Sin apenas respirar salimos Angeles y yo cuesta arriba con las bicis. Angeles ha diseñado la estrategia y prefiere hacer las etapas de bici que suben, pues al parecer son más fáciles que las que bajan. Yo me asombro pues siempre creí lo contrario, pero estoy perdiendo poder y cedo ante la mirada segura de nuestra capitana. Vamos a buen ritmo, tranquilos, disfrutando de las vistas. Pedaleo por acantilados, playas, bosques, un idilio en bici al alcance de muy pocos. Y una novedad; en este raid no hay balizas, sino que se trata de hacerse fotos en sitios puntuales. Aunque yo no digo nada pienso: “ya hemos perdido; a Angeles no le gusta posar en fotos”. Tras la primera foto yo trato de ser cortés y le sugiero no frenar en las bajadas para aumentar su seguridad, pero me gruñe. No, no le gustan las fotos. Tras la segunda foto y en un porteo de bici ladera arriba me olvido ayudarle a pasar una valla de espinos y me vuelve a gruñir. “Jonay, maldita idea lo de la cámara de fotos”, me digo a mí mismo. Descubro en Angeles madera de capitana. Arrugo mi orgullo veterano y me rindo a su poder. Entonces me relajo y comienzo a disfrutar. No nos adelanta nadie, orientamos bien, subimos a buen ritmo y enseguida vemos a Marchu animando cocacola en mano.

Tercera etapa: trecking. http://vimeo.com/11466736
Fugaz transición y mis chicos salieron corriendo rumbo al bosque infinito. Yo descanso; con mi rodilla maltrecha no puedo correr. Corroboro que Marchu ya se bebió su cocacola y me quedo más tranquilo. En el siguiente punto de transición les espero con los prismáticos en mano. No aparecen. Ya van entrando equipos, pero no ellos. No se les ve ni a lo lejos. De repente aparecen por detrás, por donde nadie vino, con los ojos desorbitados. No quieren comer, no quieren descansar, ni siquiera quieren cocacola. Veo que a Marchu le sangran las piernas; veo que están cubiertos de barro. Me cuentan muy deprisa que les atacaron las plantas pincho, que se hundieron en una cueva de chocolate, que una estalactita quería golpearles la cabeza. Me preocupo. Creo que deliran …. o han estado en un cuento de hadas o han comido una seta venenosa. Están ávidos de batalla y sus miradas son feroces. Ya no veo más; han salido disparados a la cuarta etapa.

Cuarta etapa: orientación específica.
Esta vez no me lo pierdo. Quiero ver qué extraño poder ha entrado en las almas de mis compañeros. Me encaramo a una atalaya y les observo con los prismáticos. Van poseídos, muy deprisa. Creo que Marchu se comió el mapa; enfila las balizas en línea recta, sin desviarse, sin bacilar. Van picando y picando como fieras encabritadas. Adelantan equipos que salieron muchos minutos antes. Rápido bajo de mi mirador y trato de alcanzarles acortando por la ladera. Les grito ¡¡Viva Barrymore!! …… …………….. ¡¡Síííííí!! Me han mirado, se han dado la vuelta, me han reconocido …… joder, ya no están. Vuelvo rápido a la transición y llegamos a la par. Han hecho una etapa de infarto, más rápida que muchos de los equipos. Angeles sonríe …. Han vuelto.

Quinta etapa: bici. http://vimeo.com/11466736
Toca bajar. Marchu y yo segregamos adrenalina. Nos falta decir: “tonto el ulti”. Y casi sin despedirnos ya vamos a 50 km por hora en la primera rampa. ¡¡Uy!! ¡¡Zas!! ¡¡Puf!! ¡¡Tras!! Mi rueda trasera revienta, freno con la delantera, me pongo a una rueda, mi bici culebrea, me salgo de la pista, salto con una rueda ….. y no me mato de milagro. Una más sin caerme, por muy poco. Apenas unos metros y primera pifia. Mi corazón me estalla y no acierto a cambiar la rueda. Marchu se encarga, pero yo le quito la bomba y sigo hinchando la rueda enloquecido. ¡¡Zas!!, rompo la segunda rueda. Mierda, qué me pasa. Marchu templado vuelve a cambiar la cámara y yo decido hacerle caso. Parece que en este raid Angeles y Marchu son los que mandan. Ya está, a bajar. Enseguida la melena de Marchu se agita al aire mientras bajamos a gran velocidad rumbo a Arriondas. Disfrutamos de lo lindo. A mitad del recorrido Marchu se convierte en lagartija y escala la vía asignada sin despeinarse – veo que se ha quedado sin pelo; será la velocidad de la bajada que se lo ha arrancado- Por la carretera dos cohetes se aproximan a Arriondas rompiendo el sonido.

Sexta etapa: Canoa.
Angeles celebra nuestra llegada y nos agasaja con manjares exquisitos. Enfundados en estrechos neoprenos mi capitana y yo nos echamos al río Sella a bordo de un galeón, a juzgar por su peso. Navegamos con pasión, en sintonía con la corriente y mimetizados con el entorno. Me doy cuenta de que efectivamente es un cuento de hadas. "Qué bonito, cuántas truchas, mira cómo saltan, qué paz, cómo mola, mira esos pescadores, qué idílico, puñeteros mosquitos, caray cómo pesa la canoa, joder qué cansancio, cuándo termina esto, cómo odio remar"….. Pero allí está Marchu, encima del puente, en la meta, animando como un verdadero Barrymore. Esto se ha terminado.

Séptima etapa: Rapel
Dejamos la pesada canoa. Hay que rapelar desde el puente hasta el río. Es un puente alto. Angeles pasa la barandilla. No se ha puesto arnés…… pero salta. ¡Qué huevos! Ni se lo pensó. Seguido por un mandato silencioso de mi capitana, salto cagado de miedo al río y ya estoy sumergido en las profundidades…. Me imagino a una sirenita que me rescata desde lo más hondo, que me sonríe, me acaricia y yo emerjo sin aire ya hipnotizado por una voz que me llama. Es Marchu, que me dice desde la orilla que nos espera una cerveza bien fría. Jova, no creo que esté más fría que el agua del Sella.

Son las 16:30 horas y hemos terminado. Nos queda toda una tarde de esparcimiento tomando sidra, quesos y comentando las hazañas del día. Descubro que Marchu sólo llegó a tomarse una cocacola hoy …………. pero acaba de descubrir la sidra natural y no hay quien le quite la botella. Este Marchu está perdido.

Domingo, 2 de mayo.

Temprano comparecemos en el parador de Cangas de Onís. Hace frío y en la clasificación nos vemos en sexto lugar de la categoría mixta. Esperábamos más, pero no nos desilusionamos. La etapa de hoy es un Rogaine. Yo no tengo ni idea de en qué consiste, pero confío en que mis compañeros se hayan enterado y me vayan diciendo qué hacer sobre la marcha. Angeles nos marca la estrategia. Debemos salir Marchu y yo con las bicis como dos enajenados, picar muchas muchas balizas y llegar no más tarde de las 11:00 a una iglesia cercana. Allí dejaremos bicis para salir Marchu y Algeles corriendo a picar más balizas por el pueblo. ¡Oído cocina!

Octava etapa: Rogaine – bici http://vimeo.com/11557461
Si mi capitana dice, Lolo hace. Dan la salida y salgo como espantado por el vampiro colocándome en cabeza del pelotón, con Marchu detrás. Sin respirar casi ya hemos picado la primera. La siguiente se atraganta. No la encontramos. Me inflijo desagradables improperios y variados descalificativos por no haber orientado bien ….. dónde está la dichosa baliza. Al poco aparecen más equipos y perdemos el tiempo ganado. Nadie la encuentra. Se ve que no es mi culpa; la baliza no está donde debía. Nos hacemos foto que atestigua nuestra presencia allí y emprendemos la huída sin perder el ánimo. "Anda Marchu, busca tú la siguiente que yo tengo necesidades fisiológicas". No cuento más, sólo que soy humano. Tras el percance picamos balizas sin parar, subiendo rampas imposibles y bajando a placer. Llegamos a la barrymorada del día. Marchu pregunta: "¿Cuál es la siguiente?. La 15", contesto. "Vale, es un pantano". Yo no lo veo en el plano, pero si Marchu dice, Lolo cree. Nada, no coincide nada con el mapa. Preguntamos a un paisano que dice no saber de pantano próximo. Dice saber de uno muy arriba en la montaña, donde el helicóptero coge agua para los incendios. Marchu dice, "sí, sí, sí, ese es, ese es, el del helicóptero". Yo me digo: “caray, cuántas pistas ha dado Jonay en el libro de ruta, que habla hasta de un helicóptero” Después descubro que Marchu deliraba de nuevo …. “Será la sidra de ayer”, me digo. De milagro encontramos la baliza, mas sin rastro de pantano…. Tampoco veo el helicóptero. No importa, si Marchu dice que había pantano, lo había. Seguro que se ha secado y el helicóptero se ha ido a otro. Apuramos y apuramos y llegamos a 5 minutos del cierre de las 11:00. Marchu y Angeles salen dejando estela de polvo a su espalda.

Novena etapa: Rogaine – orientación a pie.
Angeles tiene una idea fija: ¡¡hay que ir al cementerio!!, dice…. y se van corriendo. Vuelvo a preocuparme por mis compañeros. Le dije a Angeles que había que ir a muerte, pero se lo ha tomado demasiado en serio. Después me comentan que la decisión fue clave. Sin saber en qué punto del mapa estaban, fueron directos al cementerio y la paz del lugar les iluminó. Esta vez no siguieron el mapa; se metieron en él y corrieron por la hoja de papel picando escondidas balizas en las calles de Cangas de Onís. Derecha, izquierda, recto, atrás, ahí, en el mercadillo, vuelve, corre,….. y cinco minutos antes del cierre de meta el equipo Barrymore hace su aparición estelar bajo el hórreo que indicaba el final del raid. No sabemos cómo hemos quedado, pero marchamos a ponernos bonitos al hotel…. Tenemos una corazonada.

Espicha.

Lo mejor del raid….. la espicha que Jonay nos tiene preparada. Al entrar vemos que los ojos de Marchu dan vueltas muy deprisa. Se abalanza al hórreo donde un gentil caballero dispensa sidra natural de manera gratuita. Parece que Marchu no ha bebido en su vida. Hay que quitarle el vaso y decirle ¡¡basta!!, que luego tienes que conducir

Entrega de trofeos………………………. Equipo Barrymore: ¡¡TERCEROS EN CATEGORÍA MIXTA!!. Sí señor, dos de dos este año. Este equipo es un lujo. Pero el raid no ha terminado. Aparecemos los primeros en la espicha y nuestros platos se llenan de deliciosa comida, que engullimos con avidez. Al poco salimos para Madrid, cargados de trofeos. El raid de los Picos de Europa tiene algo muy peculiar: los trofeos son productos de la tierra en vez de una copa fea. Con sidra, queso, dulces y chorizo en mano, llegamos a Madrid con el orgullo de engrandecer el mito de los Barrymore.

viernes, 19 de marzo de 2010

Raid de las Sierras Subbéticas 2010

RAID DE LAS SIERRAS SUBBÉTICAS – CABRA -
13 y 14 de marzo de 2010

Crónica de una carrera
¡Y nadie quería ir! Bastó decir que Lolo, el enfermo, estaba lesionado para que afloraran las excusas. Que si Angeles tenía mudanza, que Carmen tenía que reposar su mente como preparación a su viaje sureño,… hasta Fran se metió en quirófano para que le abrieran la espalda con tal de no ir a Cabra … y es que los avisos de que no iba a haber barro sino MUUUUCHO lodo por estas tierras cordobesas melló el ánimo Barrymore. Menos mal que para un Barrymore una lesión de ligamentos es un mal menor y corriendo cura. Y no contentos, finalmente conseguimos rehacernos ante la adversidad y formar dos Barrymores mixtos (si Drew Barrymore nos viera …… habrá que enviarle nueva misiva). Y por la gloria de los Barrymore, dos componentes nuevos osaron ponerse a prueba para engrosar sus filas: de un lado José Luis – de aquí en adelante “Marchu”- formando equipo con Lolo enfermo y Angeles de la pradera, sonrisa permanente; y de otro Miguel – de aquí en adelante “Mi i-phone”, formando equipo con Paco el abuelo y Carmen ricitos. Como asistencia de lujo para ambos equipos, Nela, una perrita cariñosa que no come cabezas de gamba.

Un buen Barrymore no debe planificar el viaje hasta el final, no es de recibo, no debe fijar hora de salida. Lo hicimos muy bien. A las cuatro todos creíamos haber quedado a las cinco, mas Paco advirtió de que él no estaría – sin su furgoneta no somos nadie-. A las cinco menos diez nadie sabía a qué hora habíamos quedado, así que tranquilamente cada cual supuso una hora cualquiera y planificó su salida. Fuimos apareciendo en el punto de desencuentro y los que allí estábamos llamamos a los demás …..¿dónde estáis? … saliendo de casa….. Carmen dice que no va al gimnasio, que se va a Pinto y allí la recogemos ….. mejor, debe haber un atasco… Angeles viene hacia acá…..¿y no sería mejor que se fuera a Pinto?.... ¿Angeles dónde estás? …. ya he salido de casa, voy al gim….. pues no vengas al gim, vete a Pinto…..dice Carmen que pasemos por Pinto a recogerla, donde siempre, Paco donde tú sabes.... ¿dónde es eso? … ¿Carmen, dónde estás?.... Salida 20…. llama a Angeles y se lo dices…. Angeles iba al gim con su coche ….. pues que vaya a Pinto …. ¿dónde está Miguel? …. dejando su coche en una calle iluminada …. ¿esperamos a José Luis? .. no, él está en Jaén …. ¡¡Coño!! …. José Luis, ¿dónde estás? …. Mi madre está preparando una tortilla….. llamadme cuando salgáis de Pinto…. Joder, aunque no pueda ser creíble, poco después salíamos todos de Pinto muy bien organizados.

Ya es de noche y caen unas gotas en el cristal. Mal augurio, debe ser verdad que hay lodo. Marchu nos espera en Cabra.

A un Barrymore, y menos aún a una Barrymora, no se nos puede hacer esto, no se nos puede alojar en un hotel de cuatro estrellas para competir en un raid. Somos gente de suelo, de dormir en furgonetas. Si nos ponen cama blandita y calentita, cómo vamos a sacar a Paco para que compita..….. Un hotel así nos hace casi llorar. Encuentro con Marchu…. Es de carne y hueso, es verídico. Un año después de fichar con Barrymore, ¡por fin le conocemos! Es simpático, bajito, poca cosa, no tiene reservas ….. pero ya es Barrymore. Nos da unos abrazos muy fuertes - está contento de vernos- y nos enseña la tortilla de su madre. Al verla le abrazamos nosotros también… sí, ¡¡ya es Barrymore!! Aunque hemos llegado tarde para dejar los patines a la organización … ¡no importa!, ya lo haremos mañana. Están los Tronis –en élite- nos atemorizan, están muy fuertes los tíos. También les abrazamos, los Barrymore abrazan a todo quisqui . No llegamos a tiempo a la presentación del raid …. no importa. Nos vamos a dormir en grupos de 3, formando ya equipo, para comenzar así las estrategias. “Mi i-phone” pone su último mensaje y ya estamos todos durmiendo …… dicen en Barrymore 2 que Lolo ronca … no será para tanto, todos duermen.

Angeles es madrugadora, suponemos que en la habitación contigua Carmen ya está también preparándose. Barrymore 2 gana por goleada al 1 en el desayuno …. abrimos la veda y los otros no aparecen ……. ya suponíamos que sacar a Paco de la cama blandita no iba a ser fácil. Marchu nos prepara platito con jamón para las tostadas mientras Angeles se atiborra a pan con aceite. Marchu por Dios, come hijo, que estás muy delgadito.

Briefing. Cuánta gente buena, la Virgen. Un tipo va en chanclas y manga corta; debe ser muy bueno …. me dicen que es internacional ……….. ya se nota, ya. Increíble. Apuntamos todo lo que nos dicen ... estamos aprendiendo ……. también hablan de lodos y mucho barro…. ea, ya está. A competir.

Sábado, 10:00 horas. Se sale desde el pueblo, una orientación score. Excelente oportunidad para que las féminas prueben la destreza de los novatos. Nuestra perra Nela pone en orden mientras a los Yuste de asistencia y aprovecha para su primer pipi matinal. Es una carrera rápida. Lolo se pone nervioso esperando. La bici de Marchu no tiene tornillo en la rueda. Joder, ¡cómo pongo la rueda ahora! Sí señor, Marchu es un buen Barrymore; ante la opción de traerse bici con o sin tornillo en la rueda, elije la segunda, arriesgando el tío. Suerte que hay recursos y birlamos tornillo de la bici de Angeles…. este tornillo nos va a dar el pódium, estoy seguro. Barrymore 1 ya llega. Las distancias son cortas entre equipos …. salvo con Barrymore 2, que no vienen. Ya casi somos los últimos, pero no importa, eso nos da la posibilidad de remontar. “Mi i-phone” llega bien, aún no se ha manchado de lodo. Hacen una transición rápida. Carmen coge a Nela al llegar y Paco sale disparado con las bicis y “Mi i-phone”. Lolo sigue esperando, no pasa nada, ya tenemos tornillo en la rueda, todo controlado. Por fin llega el Barry2, con la espléndida sonrisa angelical y Marchu muy contento.

11:00 horas. La segunda etapa comienza subiendo con algunas rampas divertidas. Por delante los Barry1 comienzan a flaquear. “Mi i-phone” anda despacio, pero van clavando las balizas. Los Barry2 no quieren adelantarlos, son más mayores y les puede molestar, así que les mantienen a distancia prudencial. Lolo ha encontrado en Marchu un fantástico compañero de bajadas. No nos importa que nos adelanten en las subidas, ya nos encargamos de pasarlos a todo trapo en las bajadas. ¡¡Qué flipe!! Aun así tampoco nos pasan subiendo. Estamos remontando. Vamos juntitos, siguiendo las huellas de los Barry1. Barry2 intercambian mapas, ahora tú, ahora yo, y van clavando balizas. “Mi i-phone” tiene que aprender con el mapa, aún es pronto. La subida se torna más dura y Lolo palma, estómago deshecho y patas rotas, corazón saliente y semblante desencajado. Marchu intacto y comprensivo echa pie a tierra para no dejarme sólo. Por delante los Barry1 tampoco lo están pasando bien. Lolo pena y da pena. Se me nubla la visión y, a lo lejos …… no, no puede ser, veo visiones, parece un oasis. ¡Caray, es un avituallamiento! Qué espectáculo, cocas, alfajores, frutas, bocatas, chocolates, refrescos, de todo. Marchu se infla a cocacolas. Yo le miro y flipo. El me mira y me dice: ¡Cómo me gustan las cocacolas! Sí, ahora sé que no es perfecto; tiene una adicción terrible. No sé si de la risa o porque estoy molido me acalambro entero y ya no puedo seguir. Venga tío, que sólo queda una megasubida, plenita de barro, sin camino, tris-tras con la bici a cuestas. Jo, qué bien. He aquí el primer Barryeléctrico de la jornada. Calambres invaden músculos hasta entonces desconocidos. Marchu me masajea, me tumba, me habla bien y hasta decide cargar con las dos bicis mientras yo subo con espasmos, como si me dieran descargas, un esperpento. Es majo este tío, con dos bicis y no se queja. Ya arriba me repongo –finjo un poco de dolor, no vaya a ser que Marchu piense que todo era cuento para que me subiera la bici-. Y ¡a bajar! Trialera con piedra, trialera con ramas, trialera con barro, ahora lodo, ahora agua…… qué ritmo niño, baliza al canto y a disfrutar de la pista abajo hasta el pueblo, a todo meter. Al final de la etapa vemos a “Mi i-phone” desencajado; nos dicen que acaban de salir Carmen y Paco, no hace mucho. Hicieron una transición lenta; Nela les obligó a hidratarse bien.

Los Barry1 van como motos, Carmen está eléctrica. Los Barry2 hacen transición rápida. A Marchu le toca de nuevo, que para algo es novato. Lolo descansa, que si no peta. Angeles da saltitos deseando salir ciscando. Sigue sonriendo. Y se van corriendo. Da gusto verlos correr. Yo me repongo, me cambio, como, recojo y me reúno con “Mi i-phone”. Me explica que se ha desollado las piernas mientras yo para mis adentros me digo: "Vas a alucinar cuando compitas por Galicia, con esos tojos que te cortan la piel"; la verdad es que tiene un arañazo rojizo en pierna derecha. Partimos rumbo a la siguiente asistencia. Nos encontramos a los Barry2 por el camino. Van contentos, buenas sensaciones. No corren, pero no importa, ya habrá tiempo para frivolidades. La etapa es muy larga, más de 25 kilómetros de pateo, con fuertes desniveles, muchas veces campo traviesa. Barry1 orienta bien, Carmen con buen ritmo, habla y habla. Barry2 también va animado. Marchu habla de lo bonito que está el campo, las flores nacientes, los árboles brotando. Angeles se alegra de estos comentarios y aprieta los dientes. Mientras tanto la asistencia llega al punto previsto. La perrita Nela rápido nos pone a trabajar, a sacar las bicis. Hace frío. Le explico a “Mi i-phone” el uso de los útiles de escalada. Su cara irradia pánico. Yo le digo que si no suelta la cuerda en el rápel no se mata. Le veo más temeroso. Le digo entonces que con los bloqueadores ya no hay de que temer. Aunque creo que le tranquiliza, no lo parece. No quiere hacer el rápel. No sé si por el frío o por el miedo, “Mi i-phone” se destempla y se mete en la furgoneta. Aprovecha para enviar varios mensajes desde su i-phone –todo un misterio- Yo preparo las bicis de sendos equipos Barrymores, las limpio (algo), las engraso, pongo los libros de ruta, preparo comiditas para los triunfadores que por ahí andan, juego con Nela, preparo mochilas y demás quehaceres. Los Barrys suben hasta 1.800 metros y pasan frío. Las impresionantes vistas les reconfortan y emprenden la bajada a buen ritmo por barrizales. Les espera una subida en patines de agárrate los machos. Los equipos van llegando. Nela sale de la furgoneta. Estar dentro raya un poco. Yo estoy que trino y decido darme un paseo en bici en busca de los gladiadores mientras “Mi i-phone” pone mensajes o juega con el i-phone. Y allí llegan. Cae la noche y en la penumbra aparecen Paco y Carmen, muy contentos, patinando con estilo, cuesta arriba…… se deslizan como serpientes. No importa los improperios que suelta Paco, yo sé que está contento. No importa que se caiga, ni que el mal estado de la carretera ni la pendiente le haga sufrir. Eso es lo que esperaba, lo que le gusta. A buen ritmo llegan a la transición, aunque por cinco minutos se pierden el rápel y la cueva. La cerraban a las 20:00 horas; son las 20:05. Llegados a la furgoneta comienzan a deliberar su estrategia para la siguiente etapa. Carmen está contenta; han hecho una muy buena etapa. Me vuelvo con la bici a buscar a los míos. ¡La Virgen!, ¡cómo alumbran mis faros nuevos! Con esta luz no podemos perder. Me viene a la memoria el tornillo de la rueda. Luz y tornillo nos traerá suerte. Allí están, picando la baliza. ¡No se les escapa una! Siguen para arriba y de repente…. ¡¡zas!! vienen los calambres. Angeles se convierte en Barryeléctrica y por dos veces cae al suelo con calambres en gemelos; dos gemelos, dos calambres, no falla. Pero se ríe. Marchu avanza a buen ritmo. Ha pasado la prueba; engañado por los barrymores se ha chupado tres etapas seguidas. Pero aún no sabe que le espera otra ….. es lo bueno de ser Barrymore. Son las 20:30 horas y llegan a la transición. Adiós a la cueva y al rápel. No importa nada.
En la furgoneta han acabado las deliberaciones. Paco con criterio decide no salir. Es de noche, anuncian mucho barro, “Mi i-phone” no monta bien en bici, tampoco sabe orientar; hay un trazado de bici-orientación con un mapa cada uno por separado; “Mi i-phone” no puede andar sólo con un mapa de noche… antes le encuentran los lobos a él que él a la baliza. La etapa se pronostica larga, hace frío. Barry1 decide no salir en esta etapa. Yo no veo a Paco; me coloco casco, como, me abrigo; Marchu tiene una actividad frenética…. Coge neopreno, de todo, no para, come chico, que te vas a quedar en nada. Paco no asoma y Carmen mira al suelo. Tampoco vemos a “Mi i-phone”. Hay momento tenso pero seguro que se repondrán. ¿Qué es una miserable etapa para los Barrymore? Nada, sólo eso, una etapa sin sentido.

Marchu y yo salimos como motos. Son las 20:55 horas. Noche cerrada. Pero no hay oscuridad para Barry2. Mis faros lo iluminan todo y Marchu se ha traído el Sol montado en los faros de su bici. La pista se ve más que en pleno día. Con esta lucidez nos metemos como en el hiper espacio y bajamos a toda velocidad. Nuestros velocímetros no tienen números suficientes para marcar nuestro ritmo. Adelantamos dos equipos y apenas ven una ráfaga pasar. En pocos minutos nos plantamos en un pueblo. Dios, ¡qué frío!, cómo ha molado. Un poco de orientación en el pueblo y cae la primera baliza. Tío, vamos como motos. ¡Adelante! ¡Espera!, ¡Dios!, ¡qué emoción! En la noche del lodo aparece al fondo un castillo iluminado…… ¡¡qué punto!! –dice Marchu- ¡Ese es mi pueblo, Alcalá la Real! Le miro y está realmente emocionado. Estos son de los momentos que merecen la pena en un raid. Me acuerdo de cuando Dani vio la luciérnaga en Huesca. Casi lloró. Ver su pueblo insufla a Marchu una dosis de fuerza extra. Este tío es extraterrestre, pienso yo. Y sin darnos cuenta llegamos a la orientación. Nos separamos y en dos segundos estamos sumergidos en lodo hasta las rodillas. Empujamos las bicis penosamente. Yo me quedo sólo y llego a la primera baliza sin sobresaltos, muy escondida, tirando de ingenio y mucha orientación. Me animo y sigo. Dejo la bici en un árbol. No hay quien avance con tanto barro y agua. Cruzo un río y me adentro en un bosque. Subo y bajo vaguadas y me doy cuenta de que me he perdido. Mierda. No veo nada, qué puta oscuridad. No reconozco nada. Por aquí no he pasado. Me asusto. Miro mapa. Como esté en esa dirección estoy perdido, no me encuentran ni los gnomos. Lolo tío, piensa, recuerda que tienes una brújula, que los buenos en orientación la usan. ¡Coño!, menudo invento. Miro aguja, miro mapa y decido una dirección. ¡¡¡Yuju!! Este río me suena. Este lodo también. Me vuelvo a hundir en el barro y me hace feliz. ¡¡Estoy en casa!! No corro porque no puedo, voy sumergido, pero al fondo veo la luz de mi bici. ¡Estoy salvado! Pero sin baliza. Me rehago y me digo: "un Barrymore nunca se rinde .... o casi nunca". Me vuelvo al bosque otra vez, ahora tirando de brújula y a rumbo. ¡Menudo invento la brújula! En tres minutos me topo con la banderola naranja. Animado me lanzo a por la siguiente, atravieso ríos, me hundo en lodos, salto árboles caídos, pico baliza y me reencuentro con Marchu. Tío, qué alegría verte. Sin pensarlo nos lanzamos adelante y salimos del infierno. Me dice que pocos han hecho todas las balizas del bosque ….. no me extraña. Comenzamos a ver equipos y se nos pegan a rueda. Picamos más balizas. Ojo nene, punto complicado. Todos los equipos se lanzan al suicidio; decidimos retroceder y escoger otro itinerario. Orientamos bien entre olivares, tratando de encontrar un camino entre doce millones de rodadas de tractor. No importa, atravesemos…… y bingo, damos con nuestro objetivo: la baliza. Nos dicen que quitan la piragua y el cayuco. Joder, esta noche son todo buenas noticias. Con mucho ánimo vamos a meta. Sin pérdida por la vía verde, con un frío desgarrador y acompañado de Marchu el extraterrestre (se ha chupado un día como si estuviera en élite, sin descansar), llegamos a meta a las 2:40 de la madrugada. Este tío se merece un barril de cocacola.

Angeles nos recibe con la mejor de sus sonrisas. Nos comenta que los Barry1 salieron ya hace mucho a la siguiente etapa; deben estar durmiendo ya en el hotel.

La última etapa del día es un “Run&bike”, uno corre y otro va en bici. Los Barry1 salieron pronto, junto con un nutrido grupo de equipos. Carmen en bici y “Mi i-phone” corriendo, se dirigen como el viento hacia meta. El camino es vía verde, una joya sin barro en un mundo de tierras movedizas. Avanzan a buen ritmo, comentando y charlando lo justo. Todo es alegría, correr por vía verde tiene su cosa. Pero la baliza está escondida. “Mi i-phone” no se lo cree; dice que no puede ser, ¡cómo van a esconder la baliza! Carmen le explica que en los raid las balizas las esconden para tener que encontrarlas. Es como un juego. Ellos esconden, dicen ¡ya! y sales a buscarla. Son las cosas de la orientación. "Me voy a manchar las zapatillas", piensa “Mi i-phone”. Y sí, tras triscar entre los arbustos, “Mi i-phone” sale con las zapatillas manchadas por el barro. ¡Menuda cagada! Quién se iba a imaginar que corriendo por una vía verde te ibas a manchar las zapas. Con el ánimo caído pero con mucho pundonor llegan a meta gloriosos, donde les recoge Paco para darles calor, con palabras amables de ánimo y con abrigos secos, que falta hacen ya.

Varias horas después, a las 2:55 horas, Lolo y Angeles salen corriendo ella y en bici él rumbo a meta. El camino es un esplendor con los faros de mi bici. Angeles lleva un ritmo enloquecido, va animada la chica. Encontramos las balizas bien, adelantamos tres equipos y nos plantamos en meta una hora y media después, haciendo la carrera más rápida de la categoría y felices como perdices. Marchu es inquieto; allí está, lavando bici, con todo bien preparadito para llevarnos a la cama. Sus ojos le delatan. Se ha debido meter varias dosis de cocacola mientras nos esperaba.

Son las 5:00 h. En el hotel nos sumergimos en más agua, pero esta vez caliente. Vive Dios que no es lo mismo. Nos hace caer en un profundo sueño ….. de no más de dos horas. Angeles nos dopa con aminoácidos para recuperarnos mejor. En la habitación contigua no se oye nada. Suponemos que “Mi i-phone” ya habrá enviado sus mensajes y estará también dormido.

Domingo. ¡¡Qué bien hemos dormido!! Tras dos reparadoras horas nos ponemos en marcha. Angeles ya estaba levantada …… es hiperactiva….. No hay señales de Barry1 en el desayuno. Charlamos con los Turboclaimbers y alucinamos con sus avatares; cada uno ha pasado su calvario particular. Como no vemos a los Barry1 pensamos que Paco está pegado a las sábanas y nos vamos a la salida. Carmen llama al punto para decirnos que los Barry1 salen también. No hay sábana caliente que pare a un Barrymore … ni siquiera a Paco.












La etapa del domingo es combinada, una parte en bici y otra a pie; hay que sumar 26 puntos de balizas entre ambas. Ojo, somos Barrymores, no os descuidéis, son 26, no hace falta más…. No hay que hacer 30, ni 32, sólo 26. Tampoco menos de 26, que entonces la etapa cuenta 0. ¿Está claro? ¿ESTÁ CLARO? La verdad es que no las tengo todas conmigo. No tengo claro que Barry1 lo tenga claro; tampoco yo lo tengo claro y soy de Barry2. Barry1 decide salir primero a la carrera (Carmen + Paco) y después cambiar a bici (Paco + “Mi i-phone”). Barry2 decide lo contrario, así seguro que algún Barrymore acierta y no se reirán de nosotros. Decidimos primero hacer todas las balizas de bici y después tres a la carrera, todo entre Lolo y Angeles. Marchu se ha ganado el cielo y hoy descansa. Barry1 salen como el viento. En nada les pierdo. Barry2 salimos en bici, despacito, hay que disfrutar. Subimos despacito y bajamos más despacito, hay que disfrutar. En algunas cuestas abajo Angeles se baja de la bici; no importa, hay que disfrutar. Y vaya que disfrutamos. Ni los de verano azul. En las balizas los de la organización nos animan, nos reímos. Un lujo de día; no hay casi barro, hace sol. ¡Ostras, cómo disfrutamos! Una prueba de sky-tandem y estamos en meta. Dejamos bici y nos cagamos de lo lejos que están las tres balizas a la carrera. Toca apretar los dientes. Carmen ya descansa y nos asesora muy bien. De suerte que hay mentes pensantes en este equipo. No paramos, ahora no disfrutamos, sufrimos … sufrimos… vamos Angeles, tenemos 40 minutos y quedan 8 kilómetros. Dale, dale, que me muero si no hacemos los 26 puntos. Apretamos, mucho, lo imposible, y al final hasta nos permitimos bajar el ritmo metros antes de llegar a meta. ¡Lo hemos conseguido! A falta de 1 minuto para el cierre. Al punto aparece Barry1 en bici. Parece que lo han hecho bien. Paco y “Mi i-phone” entran muy bien en tiempo. ¡Guau! ¡Sí! ¿No? ¿Cómo que no? Vaya, al parecer se han dejado una baliza; no han hecho los 26 puntos……. Ya decía yo que no parecía que lo tuvieran muy claro. A Barry1 les castigan quitándoles la etapa entera y puntuando 0.

Todo ha terminado. Barrymore Raid 2 queda segundo en categoría mixta. Una hazaña. Primer podio de Marchu. Somos un buen equipo, dice, sin soltar la cocacola. A Angeles ya nadie será capaz de quitarle la sonrisa. Barrymore Raid 1, pese a todo, han quedado sextos, en muy buen lugar. Nos enteramos de que varios equipos no acabaron el raid. La dureza ha pasado factura. En primer lugar sube un tipo con chancletas, pantalón corto y manga corta. Yo juraría que no hace calor, pero joder, lo que hace ser internacional ….. tengo que ponerme en serio a mejorar mi inglés –pienso para mis adentros -. Y con todo, tras un arroz algo insulso que devoramos con pasión, con cerveza en mano (creí ver a Marchu con una cocacola), arrancamos charlas y abrazos con los amigos y nos subimos a los coches rumbo a casa. Me acuerdo del tornillo, que dio vida a la bici de Marchu el sábado y a la de Angeles el domingo en un mismo raid. No creo que lo hubiésemos conseguido sin él. Son estas pequeñas cosas lo que hacen grande a un equipo. Cuando además de un tornillo, aprendamos a correr con chancletas, seremos ya internacionales y no habrá quien nos pare. LERA, LARA, esperen que los Barrymore no han dicho la última palabra.
Nela mira por la ventanilla y ve el Cerro de los Angeles. Sonríe sabedora de que esta vez sí nos ha asistido bien.

Manuel Yuste