Los legendarios Barrymore Raid os cuentan en estas páginas algunas de sus andanzas por los raids de aventura y carreras de montaña de la Iberia rural

miércoles, 12 de mayo de 2010

Raid de Picos de Europa 2010

Raid Picos de Europa 2010

Cangas de Onís - 1 y 2 de mayo de 2010


Equipo Barrymore Raid: 3º en categoría mixta

Un año más Asturias nos llamó para participar en quizá el raid más bonito y divertido del año, el de Picos de Europa organizado por nuestro amigo y fundador de nuestro glorioso club La Brújula, Jonay. De nuevo repetimos los triunfadores del pasado raid de Cabra, la capitana Angeles con su sonrisa imborrable, Marchu, con su puesto Barrymore más que ganado y yo el que escribo, que para dar fe de que Barrymore es un equipo veterano comparece en este raid con el menisco roto y la pierna anquilosada. Con Angeles es imposible ejercer de Barrymore. ¡Ya con antelación teníamos habitación reservada! ¡Compró comida para todos! ¡Hasta no se olvidó de las cocacolas de Marchu! Con el retraso pertinente y en Barryfurgoneta, los Barrymore llegan los últimos a Cangas de Onís. Ya es la 1:00 de la madrugada. Los demás equipos duermen desde hace rato. Una vez más nos perdemos el brieffing e ignoramos los datos de la carrera. Pero no nos importa. Nuestra suerte está cambiando; acostumbrados a sueños en suelos duros, de nuevo nos encontramos en un bonito hotel, en cómodas y amplias camas que nos hace olvidar nuestra humilde condición. Como en Cabra el pasado raid, nos miramos con lágrimas en los ojos y rápido caemos en un profundo sueño. Como noto a mis compis relajados, decido emitir un fuerte rugido que rápido les intimida. Marchu se asusta pero se me encara el tío. "Se ha debido tomar una cocacola y está crecido", pienso. Así que decido dejar de roncar y cambiar de postura, es lo mejor.

Sábado, 1 de mayo.
A las 8:00 estamos en la playa de Ribadesella. Jonay nos instruye en los datos de carrera. Al parecer somos los únicos que no fueron al briefing. Bien, así creen que somos malos y pasamos desapercibidos.

Primera etapa: Patines. http://vimeo.com/11462872
Marchu y yo parecemos profesionales del patín. Tras una salida trepidante, nos colocamos en cabeza deslizándonos como serpientes por los 3 kilómetros del paseo marítimo. En apenas un suspiro terminamos la etapa sin que Angeles se percate. Un buen calentamiento que pronostica un raid de paisajes espectaculares. El mar está en calma, pero yo no. ¡Qué nervios!


















Segunda etapa: Bici.
Sin apenas respirar salimos Angeles y yo cuesta arriba con las bicis. Angeles ha diseñado la estrategia y prefiere hacer las etapas de bici que suben, pues al parecer son más fáciles que las que bajan. Yo me asombro pues siempre creí lo contrario, pero estoy perdiendo poder y cedo ante la mirada segura de nuestra capitana. Vamos a buen ritmo, tranquilos, disfrutando de las vistas. Pedaleo por acantilados, playas, bosques, un idilio en bici al alcance de muy pocos. Y una novedad; en este raid no hay balizas, sino que se trata de hacerse fotos en sitios puntuales. Aunque yo no digo nada pienso: “ya hemos perdido; a Angeles no le gusta posar en fotos”. Tras la primera foto yo trato de ser cortés y le sugiero no frenar en las bajadas para aumentar su seguridad, pero me gruñe. No, no le gustan las fotos. Tras la segunda foto y en un porteo de bici ladera arriba me olvido ayudarle a pasar una valla de espinos y me vuelve a gruñir. “Jonay, maldita idea lo de la cámara de fotos”, me digo a mí mismo. Descubro en Angeles madera de capitana. Arrugo mi orgullo veterano y me rindo a su poder. Entonces me relajo y comienzo a disfrutar. No nos adelanta nadie, orientamos bien, subimos a buen ritmo y enseguida vemos a Marchu animando cocacola en mano.

Tercera etapa: trecking. http://vimeo.com/11466736
Fugaz transición y mis chicos salieron corriendo rumbo al bosque infinito. Yo descanso; con mi rodilla maltrecha no puedo correr. Corroboro que Marchu ya se bebió su cocacola y me quedo más tranquilo. En el siguiente punto de transición les espero con los prismáticos en mano. No aparecen. Ya van entrando equipos, pero no ellos. No se les ve ni a lo lejos. De repente aparecen por detrás, por donde nadie vino, con los ojos desorbitados. No quieren comer, no quieren descansar, ni siquiera quieren cocacola. Veo que a Marchu le sangran las piernas; veo que están cubiertos de barro. Me cuentan muy deprisa que les atacaron las plantas pincho, que se hundieron en una cueva de chocolate, que una estalactita quería golpearles la cabeza. Me preocupo. Creo que deliran …. o han estado en un cuento de hadas o han comido una seta venenosa. Están ávidos de batalla y sus miradas son feroces. Ya no veo más; han salido disparados a la cuarta etapa.

Cuarta etapa: orientación específica.
Esta vez no me lo pierdo. Quiero ver qué extraño poder ha entrado en las almas de mis compañeros. Me encaramo a una atalaya y les observo con los prismáticos. Van poseídos, muy deprisa. Creo que Marchu se comió el mapa; enfila las balizas en línea recta, sin desviarse, sin bacilar. Van picando y picando como fieras encabritadas. Adelantan equipos que salieron muchos minutos antes. Rápido bajo de mi mirador y trato de alcanzarles acortando por la ladera. Les grito ¡¡Viva Barrymore!! …… …………….. ¡¡Síííííí!! Me han mirado, se han dado la vuelta, me han reconocido …… joder, ya no están. Vuelvo rápido a la transición y llegamos a la par. Han hecho una etapa de infarto, más rápida que muchos de los equipos. Angeles sonríe …. Han vuelto.

Quinta etapa: bici. http://vimeo.com/11466736
Toca bajar. Marchu y yo segregamos adrenalina. Nos falta decir: “tonto el ulti”. Y casi sin despedirnos ya vamos a 50 km por hora en la primera rampa. ¡¡Uy!! ¡¡Zas!! ¡¡Puf!! ¡¡Tras!! Mi rueda trasera revienta, freno con la delantera, me pongo a una rueda, mi bici culebrea, me salgo de la pista, salto con una rueda ….. y no me mato de milagro. Una más sin caerme, por muy poco. Apenas unos metros y primera pifia. Mi corazón me estalla y no acierto a cambiar la rueda. Marchu se encarga, pero yo le quito la bomba y sigo hinchando la rueda enloquecido. ¡¡Zas!!, rompo la segunda rueda. Mierda, qué me pasa. Marchu templado vuelve a cambiar la cámara y yo decido hacerle caso. Parece que en este raid Angeles y Marchu son los que mandan. Ya está, a bajar. Enseguida la melena de Marchu se agita al aire mientras bajamos a gran velocidad rumbo a Arriondas. Disfrutamos de lo lindo. A mitad del recorrido Marchu se convierte en lagartija y escala la vía asignada sin despeinarse – veo que se ha quedado sin pelo; será la velocidad de la bajada que se lo ha arrancado- Por la carretera dos cohetes se aproximan a Arriondas rompiendo el sonido.

Sexta etapa: Canoa.
Angeles celebra nuestra llegada y nos agasaja con manjares exquisitos. Enfundados en estrechos neoprenos mi capitana y yo nos echamos al río Sella a bordo de un galeón, a juzgar por su peso. Navegamos con pasión, en sintonía con la corriente y mimetizados con el entorno. Me doy cuenta de que efectivamente es un cuento de hadas. "Qué bonito, cuántas truchas, mira cómo saltan, qué paz, cómo mola, mira esos pescadores, qué idílico, puñeteros mosquitos, caray cómo pesa la canoa, joder qué cansancio, cuándo termina esto, cómo odio remar"….. Pero allí está Marchu, encima del puente, en la meta, animando como un verdadero Barrymore. Esto se ha terminado.

Séptima etapa: Rapel
Dejamos la pesada canoa. Hay que rapelar desde el puente hasta el río. Es un puente alto. Angeles pasa la barandilla. No se ha puesto arnés…… pero salta. ¡Qué huevos! Ni se lo pensó. Seguido por un mandato silencioso de mi capitana, salto cagado de miedo al río y ya estoy sumergido en las profundidades…. Me imagino a una sirenita que me rescata desde lo más hondo, que me sonríe, me acaricia y yo emerjo sin aire ya hipnotizado por una voz que me llama. Es Marchu, que me dice desde la orilla que nos espera una cerveza bien fría. Jova, no creo que esté más fría que el agua del Sella.

Son las 16:30 horas y hemos terminado. Nos queda toda una tarde de esparcimiento tomando sidra, quesos y comentando las hazañas del día. Descubro que Marchu sólo llegó a tomarse una cocacola hoy …………. pero acaba de descubrir la sidra natural y no hay quien le quite la botella. Este Marchu está perdido.

Domingo, 2 de mayo.

Temprano comparecemos en el parador de Cangas de Onís. Hace frío y en la clasificación nos vemos en sexto lugar de la categoría mixta. Esperábamos más, pero no nos desilusionamos. La etapa de hoy es un Rogaine. Yo no tengo ni idea de en qué consiste, pero confío en que mis compañeros se hayan enterado y me vayan diciendo qué hacer sobre la marcha. Angeles nos marca la estrategia. Debemos salir Marchu y yo con las bicis como dos enajenados, picar muchas muchas balizas y llegar no más tarde de las 11:00 a una iglesia cercana. Allí dejaremos bicis para salir Marchu y Algeles corriendo a picar más balizas por el pueblo. ¡Oído cocina!

Octava etapa: Rogaine – bici http://vimeo.com/11557461
Si mi capitana dice, Lolo hace. Dan la salida y salgo como espantado por el vampiro colocándome en cabeza del pelotón, con Marchu detrás. Sin respirar casi ya hemos picado la primera. La siguiente se atraganta. No la encontramos. Me inflijo desagradables improperios y variados descalificativos por no haber orientado bien ….. dónde está la dichosa baliza. Al poco aparecen más equipos y perdemos el tiempo ganado. Nadie la encuentra. Se ve que no es mi culpa; la baliza no está donde debía. Nos hacemos foto que atestigua nuestra presencia allí y emprendemos la huída sin perder el ánimo. "Anda Marchu, busca tú la siguiente que yo tengo necesidades fisiológicas". No cuento más, sólo que soy humano. Tras el percance picamos balizas sin parar, subiendo rampas imposibles y bajando a placer. Llegamos a la barrymorada del día. Marchu pregunta: "¿Cuál es la siguiente?. La 15", contesto. "Vale, es un pantano". Yo no lo veo en el plano, pero si Marchu dice, Lolo cree. Nada, no coincide nada con el mapa. Preguntamos a un paisano que dice no saber de pantano próximo. Dice saber de uno muy arriba en la montaña, donde el helicóptero coge agua para los incendios. Marchu dice, "sí, sí, sí, ese es, ese es, el del helicóptero". Yo me digo: “caray, cuántas pistas ha dado Jonay en el libro de ruta, que habla hasta de un helicóptero” Después descubro que Marchu deliraba de nuevo …. “Será la sidra de ayer”, me digo. De milagro encontramos la baliza, mas sin rastro de pantano…. Tampoco veo el helicóptero. No importa, si Marchu dice que había pantano, lo había. Seguro que se ha secado y el helicóptero se ha ido a otro. Apuramos y apuramos y llegamos a 5 minutos del cierre de las 11:00. Marchu y Angeles salen dejando estela de polvo a su espalda.

Novena etapa: Rogaine – orientación a pie.
Angeles tiene una idea fija: ¡¡hay que ir al cementerio!!, dice…. y se van corriendo. Vuelvo a preocuparme por mis compañeros. Le dije a Angeles que había que ir a muerte, pero se lo ha tomado demasiado en serio. Después me comentan que la decisión fue clave. Sin saber en qué punto del mapa estaban, fueron directos al cementerio y la paz del lugar les iluminó. Esta vez no siguieron el mapa; se metieron en él y corrieron por la hoja de papel picando escondidas balizas en las calles de Cangas de Onís. Derecha, izquierda, recto, atrás, ahí, en el mercadillo, vuelve, corre,….. y cinco minutos antes del cierre de meta el equipo Barrymore hace su aparición estelar bajo el hórreo que indicaba el final del raid. No sabemos cómo hemos quedado, pero marchamos a ponernos bonitos al hotel…. Tenemos una corazonada.

Espicha.

Lo mejor del raid….. la espicha que Jonay nos tiene preparada. Al entrar vemos que los ojos de Marchu dan vueltas muy deprisa. Se abalanza al hórreo donde un gentil caballero dispensa sidra natural de manera gratuita. Parece que Marchu no ha bebido en su vida. Hay que quitarle el vaso y decirle ¡¡basta!!, que luego tienes que conducir

Entrega de trofeos………………………. Equipo Barrymore: ¡¡TERCEROS EN CATEGORÍA MIXTA!!. Sí señor, dos de dos este año. Este equipo es un lujo. Pero el raid no ha terminado. Aparecemos los primeros en la espicha y nuestros platos se llenan de deliciosa comida, que engullimos con avidez. Al poco salimos para Madrid, cargados de trofeos. El raid de los Picos de Europa tiene algo muy peculiar: los trofeos son productos de la tierra en vez de una copa fea. Con sidra, queso, dulces y chorizo en mano, llegamos a Madrid con el orgullo de engrandecer el mito de los Barrymore.